Introducción:
Taylor creía en una
revolución, creía en que se podía
modificar la forma como los obreros
hacían parte del proceso productivo, podía cambiar la forma como ellos
contemplaban sus deberes, quería revolucionar el estado de ánimo de los
directivos y lo planteó en su escrito sobre la administración científica.
(Taylor citado por Aktouf, 1998:65)
Los artículos analizan cómo
la obra de Frederick Winslow Taylor, transformó a principios del siglo XX, de una
manera drástica el paradigma de administración de la producción y que aún hoy
en día sigue incidiendo en el pensamiento de académicos, administradores,
ingenieros, obreros y empresarios.
Hay varias razones para
analizar la administración científica de Taylor según Mazzoti y Solis (2010):
1.
La
administración científica es la primera y más definitiva aplicación del método
científico a la producción.
2.
Fue
concebida y elaborada como respuesta a las condiciones sociales y económicas
que marcaron la época.
3.
Es
una propuesta para un reordenamiento político de las fuerzas productivas, que
buscó enlazarlas en un esquema de alianza y cooperación para alcanzar una
finalidad económica (la producción del máximo superávit).
Se examina, como la teoría
de Taylor parte en dos, la historia de la administración y evidencia una época
anterior, conocida como la administración industrial o administración sistémica
que abarcó desde la revolución industrial hasta 1911, y una época de administración científica del
trabajo que surgió después de la publicación de la obra.
La administración científica
tuvo influencia en muchas partes del mundo, no sólo
en los Estados Unidos, sino también en la Unión Soviética, Japón y en general
en muchos otros países, tanto así que siendo una teoría en principio
capitalista, fue adoptada por el comunismo y el socialismo pues es primordial para cualquier forma de gobierno,
el aumento de la eficiencia en la producción de cualquier tipo de cosas y fue
tomada como teorías validas en cuanto a ciencia y tecnología.
¿Cuál es el argumento
principal del autor?
La
obra de Taylor buscaba el aumento de la eficiencia, la racionalidad, la
organización del trabajo, la productividad
y la ganancia, como objetivos claros, lo que llevo a una era de
producción en masa, maquinismo y automatización.
Taylor
propuso una organización científica del trabajo, una optimización de la fuerza
de trabajo de la masa obrera y logró que sus principios trascendieran a través
de más de un siglo.
Estados
Unidos, cuna de la administración científica era un entorno ideal para probar
las teorías de Taylor, la influencia de la revolución industrial, la producción masiva que convirtió la
manufactura en grandes industrias y el ánimo de muchas personas por documentar
y organizar la forma de trabajo mediante la reflexión y la discusión, eran
propicios para esto.
Durante
la época anterior a la presentación de la obra: Principios de la administración
científica de Taylor, los artesanos tenían una creatividad innovadora y
contaban con sus habilidades manuales en pequeños talleres artesanales, pero
luego se convirtieron en fábricas de desarrollo industrial donde se organizó de
manera diferente la producción teniendo supervisores y mano de obra semi-calificada
o descalificada que realizara el trabajo, viéndose como principal problema la
eficiencia de la producción, pues había un aumento en el tamaño y la
complejidad de las fabricas .
En
1911, Taylor publica su obra que a través de la observación y la
experimentación logra introducir algunos nuevos aspectos en la organización que
buscaban tomar control sobre el trabajo y las capacidades de los obreros.
Se
incorpora el cronometro, se realiza un
diseño del proceso de producción, se incorpora un departamento pensante para la toma de decisiones y se establece una
política salarial mucho más elevada.
Una
de las principales cuestiones que se analizan de lo que Taylor planteaba en los conocimientos científicos de los
ingenieros que incorporó en la industria como un departamento pensante que planeaba
y organizaba el trabajo.
Taylor
planteó ante una comisión del congreso
de los Estados Unidos, que la administración científica pretendía mejorar la
calidad de la producción, tener una rentabilidad financiera y no dejar de lado la
felicidad de los empleados (Barba, 2002), sin embargo esta teoría llevo a que
los artesanos perdieran sus habilidades propias, pues la producción pasaba a
estar en manos de la industria encabezada por los supervisores o jefes y de
esta forma mantener el control de la organización y de las características
propias del producto.
Fue
toda una revolución en la que hubo una reinversión del método científico para aplicarlo
a la administración con la finalidad de tener una explotación racional del
trabajo.
Taylor proponía, cuatro principios fundamentales: selección
científica de los trabajadores; análisis científico del trabajo; cooperación
estrecha entre los planificadores del trabajo y los trabajadores y, finalmente,
igual responsabilidad entre administración y trabajadores.
La
verdad es que la administración científica como fue utilizada, supuso que los
obreros fueran apéndices de las maquinas que tomaron la mayor importancia.
Se
monopolizó el conocimiento de los procesos de producción y se intensificó el
trabajo, se comprometieron a los obreros y se dominó su trabajo mediante
contratos.
La
inclusión del cronometro, pretendía disminuir el tiempo muerto entre jornadas y
convirtió a los obreros en entidades en que no se tenían ciclos de movimiento
en los puestos de trabajo, pues la teoría exigía colocar al trabajador justo en
el puesto justo.
La
administración científica era un mecanismo como se obtuvo control sobre sobre
los obreros, además de una inclusión de un departamento que controlara la
distribución, la fabricación, los salarios y el personal.
Tarde que temprano
este método no terminaría dando el mejor resultado, pues cuando no se tienen en
cuenta las condiciones sociales de los obreros y la preocupación principal es
la producción, no se tiene un verdadero sistema que soporte este propósito.
¿Qué otros puntos propone el
artículo?
Se
analiza también como Henry Ford, complementó las teorías de Taylor, sobre todo
en la propuesta salarial y el control del ritmo de trabajo de los obreros para
aumentar la eficiencia de la producción.
También
se muestra como el fordismo no podía solucionar los problemas ligados propiamente a lo que Taylor
planteaba y terminarían siendo teorías con deficiencias que provocaban efectos
psicológicos en los trabajadores, la oposición de los obreros especializados
frente a los jefes, al departamento de planeación y métodos, a los
cronometradores, entre otros, lo que supuso que se tenían que tener
alternativas organizaciones a la administración científica de Taylor.
Critica, Conclusiones y
reflexiones.
Aunque
Taylor planteaba una administración de base científica con miras a tener una
gran eficiencia, no fue interpretada siempre de la misma manera, lo que llevo a
que tuviera aciertos grandes en muchos contextos pero muchos inconvenientes en
otros y lo que obliga a que en la época posmoderna se tengan que analizar todas
las posibles alternativas de
organización, pues el no darle importancia a nivel social al obrero dejo lecciones
que aprender, pues los tiempos posmodernos han cambiado el paradigma de tener
trabajadores y no valorar su posición como personas, ahora se debe valorar el
conocimiento y al sujeto, como principal recurso para la organización, cosa
contraria a los planteamientos taylorianos.
Taylor propone que lo más importante es la
producción y enfoca todo sus esfuerzos por aumentar la eficiencia. ¿Qué hay del
conocimiento? ¿Es más importante ser productivo que tener conocimiento? Se
puede hacer un análisis que demuestra que las oportunidades sirven mas que el
tener un constante de producción, pues la falta de innovación y gestión del
conocimiento hacen que una organización corra el riesgo de perder todo en un
gran cambio en el ambiente productivo.
Además el conocimiento actualmente hace parte de la
organización y contrario a Taylor donde solo un grupo tiene este conocimiento,
es la empresa la que tiene potestad sobre este recurso. Ya no es totalmente
propiedad de una persona y no se tiene que perder dicho conocimiento si esa
persona abandona la compañía. Al ser de esta manera se tienen mas oportunidades
de expandir la producción por medios correctos y no ejerciendo un control sobre
el obrero.
Es notoria la influencia que
tuvo a lo largo del siglo XX la teoría de Taylor, trascendió ideologías que
políticamente son distintas y aun hoy en día es la base de muchas formas de
organización.
Hacemos bien en plantearnos
si estamos en condiciones ideales para analizar un método que de manera similar
a Taylor cumpla con las condiciones sociales actuales y que pueda trascender de
tal manera que sea tomado en cuanta en el diseño de las organizaciones modernas
o que al menos podamos aplicar como gerentes con buenos resultados.
La sociedad actual, no es
igual a la sociedad industrial, ahora prima y da mayor valor a el conocimiento,
pues somos una sociedad más reflexiva y el modernismo actual, al igual que el
del finales siglo XIX exige que se hagan cambios en la manera de organizar las
empresas, con nuevas formas de producción social donde sí se tenga en cuenta el
interés y el bienestar de los empleados y que no sea el mismo método el que
traicione estos ideales.
No se trata de arrancarle la
innovación a los obreros, ni el secreto de su oficio, sino de compartir
conocimientos, de no ponerlos por debajo de las máquinas sino saber valorar al
individuo como centro de la actividad moderna.
Aquella estructura firme que
propone Taylor es hoy en día totalmente diferente pues la red de conocimiento
que exige la época posmoderna para afrontar la evolución de los problemas de
una manera dinámica y que involucre componentes teorías y cuyo pilar es la
comunicación es muy distinta a la manera de administrar que se tenía hace un
siglo.
Es necesaria una
restructuración organizacional y las universidades que pueden ser pilares de la
formación en innovación y producción de nuevos conocimientos.
Podemos analizar los
sistemas abiertos en los que los grupos aprenden y se crea conocimiento al
mismo tiempo que se modifica e interactúa con el ambiente, para afianzar lazos
sociales en los que los sujetos son nodos, cada uno importante por su aporte a
la red del conocimiento.
La flexibilización que debe
tener el trabajo hoy en día es muy distinta a la rigurosidad y control que
proponía Taylor y necesaria pues debe existir un flujo de comunicación y un
componente de innovación constante.
Hoy en día son muchas más
las preocupaciones que tiene un gerente en cuanto a la empresa que lidera, pues
no es la producción su mayor interés, sino también la interacción de la empresa
con el ámbito social, la calidad de vida de los trabajadores, la equidad de género,
la influencia en el medio ambiente, la integración humana, etc. de tal manera
que la generación de conocimiento sea toda una estrategia de participación e
inclusión en la que todas las partes obtengan un beneficio.
Bibliografía:
Barba, Antonio (2010),
Frederick Winslow Taylor y La
Administración Científica: Contexto, Realidad Y Mitos. Gestión y estrategia Núm.
38, Julio/Diciembre.
Mazzoti, G. Solis, P (2010) A cien años de la administración científica: repensar a Taylor
para enfrentar los retos organizativos de la sociedad del conocimiento.
Gestión y estrategia Núm. 38,
Julio/Diciembre
Barba, Antonio (2002),
Calidad y cambio organizacional: ambigüedad, fragmentación e identidad. El
caso del LAPEM de México, CFE, UAM-CFE. — y Pedro Solís (1997), Cultura
organizacional. Enfoques y metáforas en los estudios organizacionales, México,
Vertiente.
Aktouf, Omar (1998), La
administración: entre tradición y renovación, Colombia, Gaétan Morin
Taylor, F. W.,
(1972), Scientific Management; Shop Management; Taylor's Testimony before
the Special House Committe, Connecticut, Greenwood Press. — (1981), Principios
de la administración científica, México, Herrero.
Arendt, Hannah
(1998), La condición humana, Barcelona, Paidós. — (2008), Sobre
la violencia, Madrid, Alianza. Beck,
Ulrich (1998), Barcelona, La sociedad del riesgo. Hacia una nueva
modernidad, Paidós. — (2008), Un nuevo mundo feliz: la precariedad del
trabajo en la era de la globalización, Barcelona, Paidós.